Alexandria Imani Burgos hubiera cumplido 27 años este mes. Pero el 19 de octubre de 2014, la aspirante a trabajadora social fue a recoger a su hermano menor a la casa de unas amistades y mientras Alexandria esperaba adentro, una bala perdida penetró la vivienda y la mató. Tenía solo 18 años.

En un foro de la candidatura para alcalde este mes de marzo, el padre de Alexandria, Rafael Burgos, se levantó e interrumpió a los moderadores para hacer una pregunta. Señaló que su hija fue asesinada y su caso permanece sin resolución. La prioridad del próximo alcalde debería ser mayor seguridad para Chicago, explicó el padre de Alexandria.

El candidato Brandon Johnson estuvo de acuerdo. “Siento dolor porque tenemos familias y padres que están enterrando a sus hijos. “Me preocupa eso diariamente”, indicó.

Después del foro, realizado en el Museo de Historia de Chicago por una coalición de 17 organizaciones que brindan servicio a las comunidades negras y latinas, Rafael buscó al candidato Paul Vallas y reiteró su mensaje en una conversación que sostuvieron. Rafael recuerda que Vallas reiteraba el plan que le contó a la audiencia; eso dejó a Rafael insatisfecho. Finalmente, ninguno de los candidatos ofreció un plan acción directo para reducir inmediatamente la violencia que embarga a los habitantes de Chicago, indicó el padre de Alexandria.

Al igual que otros en sus comunidades, Rafael y la madre de Alexandria, Milagros Burgos, aún están decidiendo si votar por Vallas, el CEO de las escuelas públicas de Chicago, o por Johnson, el Comisionado del condado Cook en la elección de segunda vuelta el 4 de abril. The Trace habló con 10 votantes latinos, que nos dijeron que lo único que sabían con certeza es que el número de víctimas de la violencia armada está influenciando sus decisiones: En 2022, más de 3 500 personas recibieron disparos en Chicago, según el Tablero de Reducción de la Violencia de la ciudad de Chicago. El 18 % de las víctimas de disparos eran latinos.

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Rafael y Milagros Burgos asistieron a un foro de la alcaldía en el Museo de Historia de Chicago el 20 de marzo. Piden a los candidatos a la alcaldía que trabajen para que Chicago sea más segura después de que su hija falleció a consecuencia de una bala perdida hace nueve años. Rita Oceguera / The Trace

Capturar el voto latino es especialmente importante para los candidatos de la segunda vuelta porque en las elecciones primarias de febrero, la mayor parte del voto latino fue para Jesús “Chuy” García. Con García fuera de la boleta, estos votos ahora están por repartirse. Aunque la comunidad latina de Chicago no salió a votar en grandes cantidades en la primera vuelta, aún constituyen un tercio de la población de Chicago y están desproporcionalmente afectados por la violencia armada. Aun así, muchos comentan que no sienten que sus intereses estén representados por sus líderes y que no se les incluye en las conversaciones sobre cómo solucionarla.

Para Milagros, el tema es importante. Piensa que la muerte de su hija era evitable y ella siempre piensa en la sonrisa contagiosa de Alexandria y su deseo de mejorar el mundo. Quiere evitar que otros padres tengan que vivir el trauma que la agobia a ella y a Rafael. “No es estar en el sitio equivocado en el momento equivocado. Deberíamos ir a donde quiera que deseemos ir sin el temor de ser víctimas de un disparo”, dijo Milagros.

Baja participación de votantes entre los latinos

Las diferencias más resaltantes entre Vallas y Johnson son sus enfoques sobre la seguridad pública. Algunos votantes latinos se inclinan por Vallas por su promesa de contratar a más oficiales de policía y sus declaraciones sobre tomar un enfoque “más agresivo” en enjuiciar a los que infrinjan la ley. Otros están a favor de Johnson por su promesa de reasignar fondos de la policía a asuntos como la vivienda, la salud mental y la creación de empleos. Ambos candidatos se enfrentan a la difícil tarea de convencer a los votantes latinos de que sus promesas para abordar la crisis de la violencia armada son sinceras.

Para Roberto Valdez Jr., director de políticas de la zona del oeste medio de la Federación Hispánica, el asunto le toca de cerca. Entre los latinos a nivel nacional, las muertes por disparos, se han incrementado a casi el doble de la tasa de muertes por violencia armada en general, señaló. Aunque la cifra fluctúa diariamente, hay señales tempranas de que hay un número ligeramente superior de latinos que son víctimas de disparos en Chicago este año en comparación con el año pasado. 

“El problema de la violencia armada no es solo la idea de eliminar las armas de la comunidad o crear leyes que prohíban las armas de asalto”. También es comprender que el problema de la violencia armada y el delito es la desinversión en las comunidades de personas de color”, dijo Valdez.

Aquellos que viven en la comunidad conocen el efecto que tiene la violencia armada sobre todos los residentes, dijo Vince Castillas, un consultor político que vive en Pilsen. Después del foro, dijo que estaba decepcionado de que los candidatos no trajeran a colación los ataques armados recientes que los vendedores ambulantes han enfrentado. Estos trabajadores hacen que Chicago se sienta más familiar para los inmigrantes de la clase trabajadora que dependen de sus servicios en momentos en los que muchas tiendas están cerradas. “Muchos de estos candidatos no siguen de cerca a la comunidad”, dijo.

Castillas dijo que apreciaba la promesa de Vallas de incorporar a personas que comprenden a la comunidad latina en su administración. Pero eso no era suficiente para garantizar su voto: a la fecha del 20 de marzo, aún estaba indeciso.

Debido a su edad o documentos, solo el 73 % de los residentes de Chicago tienen derecho a votar. Pero muchos de los que tienen derecho, no votaron durante las elecciones generales en febrero. Los distritos de mayoría latina tuvieron una tasa de participación del 31,07 %, más baja que el promedio de la ciudad del 35,85 %.

Rafael Burgos, residente de Jefferson Park, dijo que las personas pierden la esperanza en el proceso electoral y no votan porque piensan que no hará ninguna diferencia. “Hay esperanza en esta ciudad” Pero debe ser una prioridad porque estoy harto y cansado de ver la devastación”, señaló.

Durante las elecciones de febrero, de los 14 distritos de mayoría latina de la ciudad, García ganó seis, Vallas ganó cinco y Johnson ganó tres.

Independientemente de los resultados, Valdez explicó que ambos candidatos de la segunda vuelta deberían invertir en un alcance culturalmente competente.

“Los latinos no son monolíticos”. Hay diferentes culturas dentro del abanico latino”, indicó Valdez. No es suficiente con simplemente traducir los materiales de la campaña; también es importante comprender a quiénes les habla, las diferencias generacionales entre los padres y sus hijos y los asuntos específicos que a las personas más les importan.

Incluso después de que el alcalde asuma el cargo, resaltó Burgos, los votantes deben exigirle que rinda cuentas y asegurarse de que esté atendiendo las necesidades de la comunidad: “Dentro de cuatro años, si está (la seguridad pública) aún peor de lo que es [ahora], entonces sáquenlo”.

Una diferencia de opinión entre latinos

Por casi un año, los vendedores ambulantes en vecindarios como Little Village le han estado pidiendo ayuda a la ciudad para protegerse de un aumento en la cantidad de ataques armados.

Juan Lorenzo, de 56 años, ha vendido elotes y tamales en la calle 26 por más de 40 años. Señaló que no fue sino hasta el año pasado que los robos a mano armada se convirtieron en un problema entre los vendedores, que frecuentemente trabajan temprano en la mañana y tarde en la noche.

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Juan Lorenzo ha estado vendiendo elotes y tamales en su carrito por más de más de 40 años y con el surgimiento de los robos a mano armada a los vendedores ambulantes, le pide a la ciudad que envíe más policías para protegerlos. Rita Oceguera / The Trace

“Uno se queda hasta tarde para preparar sus productos y viene a vender, solo para que una persona con un arma pueda venir y llevarse todos sus ingresos”, dijo Lorenzo en español.

La profesión les da trabajo a personas que frecuentemente no se pueden mantener de otras maneras, especialmente si son indocumentados, lo que hace que sea un cimiento financiero de la comunidad. Lo que él y otros vendedores quieren es más protección. Dijo que más policías deberían vigilar la zona, especialmente durante esas horas vulnerables. A la vez, tiene que haber un entendimiento de que la policía no acosará a los vendedores, algunos de los cuales no tienen licencias para vender sus productos.

Le preocupa que la ciudad se ha vuelto demasiado suave con quienes cometen delitos en contra de ellos y siente que no hay temor a las consecuencias. Explicó que los vendedores están preocupados en particular de resistirse a los asaltantes jóvenes porque podrían ser lo suficientemente atrevidos como para disparar sus armas. Lorenzo comentó que hasta ahora no se siente confiado en ningún candidato a alcalde porque ningún oficial electo ha hecho algo para ayudar. 

William Guerrero, residente de Pilsen de 21 años de edad y organizador para la campaña de Johnson, quiere un alcalde que priorice las causas raíz de la violencia armada. Dijo que le preocupa que agregar presencia policial pueda aumentar el perfilamiento racial que jóvenes como él ya experimentan. 

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William Guerrero, fotografiado el 17 de marzo, es parte de la juventud latina que trabaja en la campaña de Brandon Johnson para conseguir que más votantes jóvenes voten. Rita Oceguera / The Trace

“Estoy cansado de la política”. “No quiero ser una estadística para usted”, dijo Guerrero. Quiero ser alguien que a usted le importe, porque al final del día, tengo una vida, mis amigos tienen una vida, mis maestros, mis hermanos, mis hermanas, mi padre, todos tienen una vida.

Ricardo Islas, de 53 años, creció bajo una dictadura militar en Suramérica y conoce de primera mano los peligros de un estado policial. Pero el residente de Ashburn dijo que no castigar a las personas que cometen delitos también es peligroso. “Tenemos que encontrar una solución intermedia que tenga sentido”, dijo. Quiere un alcalde que invierta en soluciones a largo plazo y al mismo tiempo priorice maneras de proteger a las comunidades a corto plazo que, según él, deberían incluir aumentar la presencia policial. Ve a Vallas como el único candidato que planea abordar la violencia armada en ambos frentes.

El verano pasado, una bala perdida entró por la ventana de Isla e impactó sobre la mesa de la cocina; solo unas horas antes, su esposa e hija estaban cenando justo allí. Desde entonces, han dejado de usar el comedor. Ahora, cada uno come por separado en sus propias habitaciones.

“La violencia, en general, no solo en la comunidad latina, debe atacarse desde varios ángulos a la vez”. “No creo que exista una única solución mágica”, dijo Islas en español.